Ingredientes:
- 8 filetes de pechuga de pollo
- 2 patatas medianas
- Una lata de champiñones laminados
- Queso rallado
- Pimienta
- 1 ajo picado (para los filetes)
- 2 cucharadas soperas de aceite de oliva
- Sal al gusto
- Bechamel
- 1 vaso y medio de leche
- ½ cebolla
- 1 o 1,5 cucharadas sopera de harina de trigo
- ½ cucharada de mantequilla
- 1/3 de una cucharada pequeña de pimienta negra molida
- 1/3 de una cucharada pequeña de nuez moscada
- Una cucharada pequeña de sal fina
Utensilios:
- Una sartén
- Una cacerola
- Dos cazos
- Cuchara de madera
- Un colador grande
- Un colador pequeño
- Una cuchara pequeña (como medidor)
- Una cuchara sopera (como medidor)
- Una fuente apta para horno
- Horno
Elaboración:
·
Precalentamos el horno a unos 180º. Cortamos
en rodajas las patatas. Pelamos y picamos la cebolla muy finita. Salpimentamos
los filetes de pollo. Y Reservamos todo.
·
Ponemos a cocer en una cacerola las
patatas con agua y sal, unos 10 minutos. Una vez cocidas, las pasamos por un
colador para retirar todo el agua. Y una vez escurridas, las colocaremos en la
fuente.
·
Ponemos una sartén a fuego medio y
echamos dos cucharadas de aceite, añadimos los filetes de pollo con un ajo
picado, y los freímos hasta que estén dorados por ambos lados, pero sin llegar
a que se doren demasiado. Retiramos los filetes y reservamos.
·
Abrimos la lata de champiñones, los
pasamos por un pequeño colador. Los lavamos bien con agua fría. Los escurrimos
durante 2 o 3 minutos. Y los añadimos a la fuente, esparciéndolo por todos los
espacios encima de las patatas.
·
Ponemos a calentar leche en un cazo.
Sin dejar que hierva, cuando este caliente lo apartamos del fuego.
·
Ponemos a calentar otro cazo a fuego medio, echamos la
mantequilla, y cuando se derrita añadimos la cebolla picada y sofreímos hasta
que quede transparente.
·
A continuación, retiramos momentáneamente
el cazo del fuego y añadimos la harina, removiendo con una cuchara de madera o
varillas. Removemos bien procurando disolver los posibles grumos que aparezcan.
Nos iremos dando cuenta que ha ido cogiendo color (es por la mezcla de la
mantequilla y la harina).
·
Ponemos de nuevo el cazo al fuego a
temperatura baja e incorporamos la leche caliente que tenemos reservada, removiendo
con la cuchara de madera o las varillas. Llevamos a ebullición sin dejar de remover
hasta conseguir una salsa homogénea y cremosa. Sazonamos con sal, pimienta
negra molida y nuez moscada molida, mezclamos bien y retiramos del fuego.
·
Vertimos la salsa de bechamel a la
fuente sobre las patatas y los champiñones, dejando que caiga por todo el
espacio.
·
Espolvoreamos el queso rallado por
encima y lo introducimos al horno a 200º durante unos 5 minutos, con calor en la
parte superior. Cuando haya gratinado, retiramos del horno y a servir.
Consejos:
Ø El queso rallado puede ser del tipo que quieras.
Ø El truco para que no se forme ningún grumo en la salsa bechamel.
está en añadir la leche mientras remueves y si se te forma algún grumo no te
preocupes, sigue removiendo, ya verás que en poco tarda en desaparecer.
Ø Si al final veis que os ha quedado grumos en la bechamel, pasadla
por un colador fino o también podríais utilizar la batidora.
Ø Que no se os vaya la cabeza reduciendo la bechamel. Tened en
cuenta que cuando se enfría esta salsa espesa casi el doble.
Ø Son muy importantes las proporciones dependiendo de lo que
vayáis a preparar, no es lo mismo una crema que una salsa, las medidas son
menores dependiendo del cuerpo que queráis darle a la bechamel. Siempre podemos
corregir con un poco más de harina que es el ingrediente que hace de espesante
para preparar una bechamel más espesa o todo lo contrario, añadir leche para
hacerla más suave o líquida.